Escuela Oficial de Idiomas

El planteamiento inicial de implantación en un entorno de edificaciones singulares se basa en la idea de compacidad; la formalización del edificio en un volumen cúbico compacto concentra la masa construida y la imagen del edificio en un único volumen claro, legible y reconocible.

Desde el exterior, el edificio se presenta como un volumen compacto de cuatro plantas, cuya imagen responde al trazado y la expresión de su sistema constructivo. El orden geométrico y el rigor constructivo caracterizan la imagen del edificio, con una condición unitaria en sus materiales, pero que responde de manera diversa en las fachadas a las diferentes condiciones de orientación y soleamiento.

La imagen del edificio hace referencia alusiva al contenido del programa, a través de una codificación de colores que configuran una composición gráfica en las fachadas de lamas verticales de aluminio, basada en las banderas de los principales paí­ses que dan origen a los diversos idiomas que se enseñan en la Escuela.

En el interior, se concentran los espacios de circulación en torno a un espacio central, minimizando recorridos y optimizando la relación entre superficies útiles y construidas. Los requerimientos de flexibilidad y calidad espacial se resuelven mediante la concepción modulada de las estancias, materiales e instalaciones, que permitirí­a reorganizar sin dificultad las distribuciones interiores conforme a exigencias futuras.