Nuevos edificios sociales en el Stadium Casablanca

El proyecto aborda la intervención en el espacio central, social y de reunión, del Club deportivo Stadium Casablanca de Zaragoza, que cuenta en la actualidad con cerca de 25.000 socios y está situado en el sur de la ciudad, junto al Canal Imperial de Aragón y los Pinares de Venecia. Actualmente, las actividades sociales, incluyendo las zonas de restauración, cobran una gran importancia en el planteamiento y la oferta de diversificación de servicios de unas instalaciones destinadas al ocio en relación con el deporte, y orientadas en muchos casos, al círculo familiar o de amistades.

En este caso, el proyecto plantea la adecuación y reforma de los antiguos edificios existentes, que albergaban las zonas de restauración del centro, para destinarlos a espacios polivalentes y actividades sociales,  y la construcción de un nuevo edificio para las nuevas instalaciones de bar-cafetería, restaurante y oficinas deportivas.

La posición de la plaza central existente, como lugar de relación y estancia, configurada por los edificios existentes, y abierta al paisaje en una posición elevada con un desnivel de cuatro metros, fundamenta y justifica la solución de prolongar el plano horizontal de la plaza hacia el borde de la zona de pistas de tenis, ocupando una zona destinada anteriormente a aparcamiento en superficie.

Esta nueva plataforma aporta nuevas posibilidades de uso, ocupando su interior para alojar nuevas actividades: oficinas deportivas, salas de prensa, espacios polivalentes, y, mediante su cubierta pavimentada en el nivel superior, como prolongación de la plaza, permitiendo resolver y organizar los recorridos y accesos peatonales de las diferentes cotas existentes.

Sobre esta plataforma y aprovechando las condiciones de orientación y vistas, se eleva el volumen principal del nuevo restaurante, que resuelve la necesidad de un espacio diáfano para un máximo de 400 plazas, con la posibilidad de sectorizarlo en distintos comedores independientes. Su configuración permite una relación directa con la naturaleza que lo rodea y el paisaje cercano. La iluminación controlada por los elementos estructurales, a modo de celosí­as verticales, la fachada ondulada orientada hacia los pinares, y los lucernarios en el techo plegado de madera crean una atmósfera interior que, en cierta medida, difumina los lí­mites del espacio interior con el exterior, y aporta al restaurante una condición de mirador sobre las instalaciones del club, hacia el canal y el paisaje.

La idea de dotar al conjunto de una condición unitaria plantea un revestimiento continuo de paneles de aluminio en toda la actuación, incluyendo la nueva envolvente de los antiguos edificios existentes, que se interrumpe en las carpinterí­as y paños ciegos de madera de iroko.

Por un lado, se plantea la adecuación y reforma de los edificios existentes que contení­an las zonas de restauración del centro para destinarlos a nuevas zonas para usos y actividades sociales.